PSICOLOGÍA EN EL ATENEO: «Vuelven los estoicos»estoico

Como las cosas van mal dadas, y cada vez es más difícil convencer a la gente de que vivimos en el país de jauja, desde los medios de desinformación últimamente han puesto de moda y nos impelen a releer a los filósofos estoicos, especialmente a los estoicos romanos (Séneca, Epicteto y Marco Aurelio), cuyos libros son publicados una y otra vez, acompañados de manuales del “buen vivir” o de “como ser un buen estoico”. Libros de autoayuda, como siempre, pero, como al parecer, los libros de autoayuda ya no se venden tan fácilmente, las editoriales (busines is busines) han decidido darle una pátina de “intelectualidad” y rescatar del pasado al estoicismo de la Grecia clásica. ¿Con que finalidad? ayudarnos a afrontar los problemas de la vida moderna.

Una cosa es cierta: en un mundo en constante cambio y en el que el estrés y la incertidumbre están a la orden del día, hay que reconocer que los estoicos, aunque su filosofía tenga más de dos mil años, su enfoque ético puede ayudarnos a gestionar nuestras emociones.

Pero, ¿el renacimiento del estoicismo es casual, o persigue un interés determinado? ¿cómo puede ayudarnos hoy las ideas de hombres que vivieron miles de años atrás? No cabe duda que las reflexiones de los estoicos, especialmente de los representantes del estoicismo romano (Séneca, Epicteto y Marco Aurelio), de los que se han conservado suficientes textos como para poder interpretar sus ideas, no así de los filósofos de la primera hornada estoica, de los que solo hay referencias indirectas, pueden ofrecer respuestas prácticas a preguntas que trascienden más allá del tiempo. ¿Cómo lidiar con el sufrimiento? ¿Qué es aquello que sí podemos controlar? Estas enseñanzas antiguas, pero universales, pueden ser soluciones clásicas a problemas modernos.